jueves, 29 de mayo de 2014

PREMIO DE 1º ESO.
Nadia Brzostowicz. 01ºA
La luz se apaga y en las entrañas del planeta surge una jaula plateada, donde yace encerrada la locura. Un pacto sellado con la misma Reina de la Noche, que ahora la mantiene prisionera dentro de su propia cuerpo, durmiendo un sueño eterno. Unas alas de fuego, ya inservibles, brotan de su espalda. Su luz se apaga ahogándose en un resignado llanto. “Quizá si lo deseo con fuerza…” murmuran sus pensamientos. “Quizá se lo deseo con fuerza podré volar hacia la Luna una vez más…”. Su corazón late lentamente, sumiéndose en las profundidades de su cárcel. Su cuerpo se paraliza, extendiendo una inmovilidad pétrea por todo sus ser, aferrándose a su alma, pudriéndola más con cada instante que pasaba. Espesas lágrimas brotaban de sus ojos ya cerrados, corroyendo suavemente las cadenas que le impiden volar. Sumida en un sueño imperturbable, la locura sueña. Sueña que, quizá una vez más podrá sentir el brillo de la Luna sobre su pequeño cuerpo y que una vez más podrá salir fuera, a ese mundo que tanto anhela. Esperar pacientemente a la noche, cuando la indefensa crisálida se convierta en una mariposa sanguinaria e inmensa que engendra no admiración sino pesadillas, que no eleva un cántico de vida allí donde pasa sino que deja una estela de muerte.  Esa es la locura, encerrada en una jaula de plata, que todos llevamos inconscientemente en nuestras cabezas, y que aguarda la noche para transformarse en mariposa, y salir a sentir la Luna sobre su cuerpo. 

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