PREMIO DE 1º ESO.
Nadia Brzostowicz. 01ºA
La luz se apaga y en las entrañas del planeta surge una
jaula plateada, donde yace encerrada la locura. Un pacto sellado con la misma
Reina de la Noche, que ahora la mantiene prisionera dentro de su propia cuerpo,
durmiendo un sueño eterno. Unas alas de fuego, ya inservibles, brotan de su
espalda. Su luz se apaga ahogándose en un resignado llanto. “Quizá si lo deseo
con fuerza…” murmuran sus pensamientos. “Quizá se lo deseo con fuerza podré
volar hacia la Luna una vez más…”. Su corazón late lentamente, sumiéndose en
las profundidades de su cárcel. Su cuerpo se paraliza, extendiendo una
inmovilidad pétrea por todo sus ser, aferrándose a su alma, pudriéndola más con
cada instante que pasaba. Espesas lágrimas brotaban de sus ojos ya cerrados,
corroyendo suavemente las cadenas que le impiden volar. Sumida en un sueño
imperturbable, la locura sueña. Sueña que, quizá una vez más podrá sentir el
brillo de la Luna sobre su pequeño cuerpo y que una vez más podrá salir fuera,
a ese mundo que tanto anhela. Esperar pacientemente a la noche, cuando la
indefensa crisálida se convierta en una mariposa sanguinaria e inmensa que
engendra no admiración sino pesadillas, que no eleva un cántico de vida allí
donde pasa sino que deja una estela de muerte.
Esa es la locura, encerrada en una jaula de plata, que todos llevamos
inconscientemente en nuestras cabezas, y que aguarda la noche para
transformarse en mariposa, y salir a sentir la Luna sobre su cuerpo.
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